Señor mío y Dios mío, Tú me has hecho con amor. Soy una mezcla de cualidades y de defectos que me constituyen. Hoy quiero entregártelo todo. Hoy, cuando inicia este día, quiero darte todas mis virtudes. Esas cosas buenas que has puesto en mí y que tengo que seguir fortaleciendo. Pero también quiero entregarte mis debilidades, esas cosas que me hacen entender que soy frágil, que no soy nada delante de Ti. Aquellas cosas que me hacen saberme realmente humano. Quiero poder dejar a un lado esos defectos que dañan a los demás. Mis palabras ofensivas que destruyen sueños, que acaban con la dignidad de mis hermanos. Dame la gracia de poder darles a ellos el lugar que merecen por ser tus hijos. Que respete siempre su ser personal, que mis problemas no los paguen ellos, sino que pueda aprender a contenerme para evitar herir a los que me rodean. Te bendigo en esta mañana porque sé que escuchas mi oración y me ayudas a ser feliz.
Amén.
- Por Alberto Linero✍
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