Señor mío y Dios mío, mientras más pasa el tiempo, más consciente me voy haciendo de la necesidad que tengo de estar cerca de Ti, la necesidad que tengo de buscarte y encontrarte siempre de la manera más auténtica. Hoy vengo delante de Ti sin máscaras, sin ningún tipo de fachada, sino con mi corazón tal cual es, con sus cosas buenas y malas, con sus errores y virtudes. Vengo con mis momentos difíciles y momentos buenos. No quiero esconder nada a Ti que ya lo conoces todo. Sencillamente, quiero abandonarme completamente en tus manos y permanecer en Ti. Tú me das siempre tu fuerza, me llenas de tu amor y me recuerdas que no he nacido para fracasar, para pasarla mal, sino que me has creado con el propósito de que sea feliz, de que ame a los demás, de que disfrute este corto paso por la existencia. De que en todo momento sepa sacar provecho a la vida y sepa ganarle la pelea a la monotonía.
Amén.
Por Alberto Linero🖐
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