Señor mío y Dios mío, buenos días. Así como sale el sol a iluminar el nuevo día, Tú iluminas mi vida, mi realidad. El sol a veces brilla, otras veces las nubes lo tapan y el día parece gris, y así es mi vida, a veces. Hay momentos en los que todo va muy bien y hay otros momentos en los que veo nubarrones. Soy consciente de que, como ser humano que soy, en mi interior podré sentir desánimo, desesperación, tristeza, pero, como ser humano creado por Ti, lleno del poder de mi Dios, también puedo voltear esos sentimientos y con tu fuerza puedo sentir entusiasmo, optimismo, ganas, gozo, ánimo, valentía… Y, así, sé que saldré adelante, podré vivir en la victoria que me da el saber que Tú me conduces, que eres mi escudo, porque saldré a dar la pelea por conquistar este día, en tu Nombre. Quiero pararme con actitud de quien no está solo, sino que está respaldado por su Dios. Tengo esa certeza. Voy contigo y eso me basta.
Amén.
Por Alberto Linero✍
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