Señor mío y Dios mío, Dios comunidad, Dios de mis padres, Dios de mi vida y de mi amor, me pongo en tus manos para ofrecerte este día que termina, para darte gracias por cada bendición, por haber vivido, por tener problemas y salir adelante, por contar contigo. En esta noche, Señor, me pongo en tus manos que son poderosas y yo quiero estar soportado en Ti, guiado por Ti, moldeado por Ti como barro en manos de buen alfarero. Mi corazón, mi mente, mis manos, mis labios, mis pies, mi todo está en tus manos, porque confío en Ti más que en cualquiera. Ayúdame a asumir la vida con valentía, atento, dispuesto, como un buen discípulo y un apóstol servidor. Que pueda descansar y que crees de nuevo, Padre; que me muestres los secretos del Reino, Hijo; que me llenes de tu fuerza, Santo Espíritu.
Amén.
Por Alberto Linero🖐🏾
No hay comentarios.:
Publicar un comentario