Señor mío y Dios mío, no quiero acostumbrarme a hacer las cosas solo por hacerlas. No quiero acostumbrarme a la rutina de los espacios de oración, o a los momentos de encuentro con los que amo o a hacer mi trabajo o cualquier labor porque toca. Quiero encontrar siempre nuevas motivaciones que me lleven a actuar. No quiero permitir que la rutina, el cansancio, la monotonía, me enreden y me hagan perder de vista la necesidad que tengo de vivir, de hacer la vida a plenitud, de entregarme por completo a realizar todo bien siempre, a buscar actuar de la mejor manera. Que esta noche sea una oportunidad para sacar de mi corazón esos sentimientos de repetición, de aburrimiento, de nostalgia por el pasado o, peor aún, por el futuro. Te alabo y te bendigo porque sé que estás transformándome el corazón, porque sé que guías mis pasos hacia el bien y me inspiras para hacer siempre todo por pasión y no por simple compromiso.
Amén.
Por Alberto Linero🖐
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