Señor mío y Dios mío, te entrego mi vida al terminar esta jornada. Ha sido un día cargado de muchas cosas. Un día cargado de sueños por cumplir, de esperanzas que no se borran, de deseos de salir adelante y de ser feliz. Ha sido un buen día, he tenido la oportunidad de rodearme de gente que me ayuda a ser feliz, gente que está dispuesta a compartir conmigo la vida y que se esfuerza por compartir mi amistad. Gracias por permitirme llegar a esta noche y poder prepararme para descansar. A esta hora solo tengo una oración de entrega, en la que me doy por completo a Ti, confiando en que tus manos son el mejor lugar para dejar lo que soy. Ayúdame, para que mañana salga decidido a cumplir mis sueños, a dar lo mejor de mí, a dejar a un lado el miedo y la inseguridad que a veces siento. Te alabo y te bendigo porque sé que escuchas mi oración y me das tu fuerza.
Amén.
Por Alberto Lunero✍
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