Señor mío y Dios mío, mis ojos están cansados, me dispongo a dormir para renovar fuerzas. ¿Sabes, mi Dios? A veces no me salen palabras en momentos de oración, no encuentro acomodo, pero, aquí estoy con esta realidad: sólo sé que quiero terminar este día a tu lado. Estás aquí porque estuviste conmigo todo el día, eso es certeza. Mi cuerpo está agotado por el trajín del día, por la rutina que a veces me desgasta y me hace sentir cansado. Sin embargo, quiero aprovechar este momento de encuentro contigo para darte una oración de acción de gracias por todo lo que haces en mí. Gracias por acompañarme en cada instante de este día, en cada situación que enfrenté, en cada lugar al que fui y en el que te sentí. Gracias por poner en mi corazón siempre los sentimientos adecuados para no hacer daño a nadie, para no herir el corazón de nadie. Gracias por amarme por completo y por hacerme sentir ese amor infinito en cada paso que doy.
Amén.
Por Alberto Linero✍
No hay comentarios.:
Publicar un comentario