Señor mío y Dios mío, en esta noche no quiero permitir que nada ni nadie sea dueño de mi paz y de mis sentimientos. No quiero que mis emociones dependan de alguien que no sea yo. No quiero que mi alma se enferme, que en ella haya sentimientos negativos que me dañen a mí mismo. Te entrego mi corazón en este momento para pedirte que lo llenes de cosas buenas, de sentimientos que construyan, de cosas que llenen a quienes me rodean siempre. Dame la paz que necesito en esta noche, para poder tener un descanso tranquilo, para poder renovar fuerzas. Quiero salir mañana deseoso de comerme el mundo, de ser feliz, de buscar maneras nuevas de darle sentido pleno a mi vida. Que nunca se me olvide de dónde vengo, que nunca me olvide de lo que he tenido que vivir para poder estar aquí en donde estoy ahora. Te alabo y te bendigo por siempre, mi Señor.
Amén.
Por Alberto Linero✍
Jueves Santo
Viernes Santo
Vigilia Pascual
No hay comentarios.:
Publicar un comentario