Alberto Linero
Señor mío y Dios mío, llego al final de este día con el alma quieta, pero aún con ese hueco adentro. No se fue, no se llenó, pero aprendí que tampoco tiene que irse.
Gracias por haber estado conmigo sin exigirme que sonriera.
Gracias por no apurarme a sanar. Hoy no celebré como otros, pero recordé, tal
vez eso era todo lo que tenía que pasar. Si alguien me abrazó, te doy gracias,
si estuve solo, también, porque sentí que Tú estabas ahí, sin hacer ruido.
Ayúdame a dormir sin culpa por no haber estado como
esperaban. Enséñame que no siempre hay que encajar, que también se puede
habitar el amor desde el silencio.
Te entrego esta noche todo lo que me faltó decir, todo lo
que me guardé, todo lo que lloré sin mostrarlo. Y si mañana vuelve a doler,
vuelve a estar. Solo eso te pido.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por
los siglos de los siglos. Amén.
¡Es tu fuerza la que
me levanta, Señor!
“Como
María seamos peregrinos de ESPERANZA”✍.
Para escuchar AIRE96FM
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