Alberto Linero
Señor mío y Dios mío, al caer la noche, vuelvo a Ti con el alma llena de gratitud. Te agradezco por ese regalo silencioso y constante que es haber nacido en mi ciudad.
Gracias por sus calles, por los atardeceres que me enseñaron a soñar, por la música, la cultura, la historia que me nutrió sin que yo siquiera lo supiera. Mi ciudad me formó.
Ella fue mi primer escenario de vida, mi primera maestra de humanidad. Gracias, Señor, porque todo lo que soy tiene raíces en esa tierra.
Gracias por los valores que aprendí en sus esquinas, por la resiliencia que absorbí en sus calles, por la fe sencilla que vi florecer en sus casas.
Esta noche reconozco que no soy solo fruto de mis decisiones, sino también de la comunidad que me acunó. Te pido que nunca olvide mi origen, que nunca desprecie mi historia.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
“Como
María seamos peregrinos de ESPERANZA”✍.
Para escuchar AIRE96FM
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