jueves, 17 de julio de 2025

Alberto Linero

Señor mío y Dios mío, esta noche me detengo en tu presencia para agradecerte por cada palabra que pude decir hoy desde el amor y la conciencia.

Gracias por enseñarme que comunicar no es descargar mis pensamientos, sino construir sentido junto a otros. Perdón por las veces en que hablé sin pensar, por los momentos en que mis palabras no fueron bálsamo, sino peso.

Te suplico, Señor, que sigas educando mi corazón para que cada día aprenda mejor a escuchar antes de hablar, a comprender antes de responder, a amar antes de corregir.

Que mi boca sea fuente de vida y no de herida. Esta noche te entrego todo lo vivido, sabiendo que Tú sanas lo que aún falta sanar y bendices los pequeños gestos de amor verdadero. Gracias por enseñarme que en cada conversación podemos hacer visible tu presencia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.  Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…

¡En la Voluntad de Dios siempre!

“Como María seamos peregrinos de ESPERANZA”.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario