Alberto Linero
Señor mío y Dios mío, ahora, cuando va cayendo este día, cuando llega la noche y estoy frente a Ti, quiero hacer un examen de conciencia, no para culparme de los errores que haya podido cometer, sino para entender cómo puedo mejorar y remediar el daño.
No soy perfecto, pero no quiero que esa sea la excusa para esconder mis errores o para justificarlos, porque sé que muchas cosas no tienen justificación.
Ayúdame a entender cómo puedo mejorar en aquello que me está frenando en mi búsqueda de ser un buen cristiano.
Gracias por tu amor y tu compañía, porque es en ella donde encuentro el ejemplo para hacer las cosas mejor.
Al revisar tu Palabra, siempre encuentro felicidad y dicha para aquellos que amas.
Gracias por este lugar seguro en el que puedo estar y en el que me puedo sentir tranquilo.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
“Como
María seamos peregrinos de ESPERANZA”✍.
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