Alberto Linero
Señor mío y Dios mío, mi corazón te alaba al terminar este día, pero también al disponerme a descansar para iniciar mañana un nuevo día.
Quiero hacer un examen de conciencia y pensar en los errores que pude haber cometido, pero no para culparme, sino para sacar los aprendizajes que me ayuden a ser mucho mejor en el futuro, a lo largo de estos 30 días.
Gracias por este momento de encuentro contigo, por darme la posibilidad de sentirme plenamente amado y acompañado durante cada día.
Por ser la luz en medio de mis noches oscuras y hacerme sentir pleno.
Te pido que me ayudes a ser mejor en este mes, a tener claras las metas que quiero conseguir.
Te pido que me des la sabiduría necesaria para ser feliz, para poder sentirme siempre cerca, siempre con la mejor actitud, con las mejores ganas y con el deseo constante de vivir a plenitud cada uno de los momentos que enfrente.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
“Como María seamos peregrinos de ESPERANZA”✍.
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