Jueves, 3 de octubre del 2024
Señor mío y Dios mío, la noche llega con su
silencio.
Es hora de dormir, de parar el ritmo.
De serenarse y descansar.
Permite que mi mente pueda relajarse y no seguir al ritmo que las dificultades le imponen, no se trata de huir de las dificultades y situaciones, solo quiero tomar distancia de ellas porque mi mente y mi cuerpo necesitan estar tranquilos para ver mejor todo lo que sucede, sin agites y sin prisas, por eso, retomo las palabras del salmista que se sabe protegido y amado por Ti.
Y esa certeza es la que me hace estar tranquilo ahora, sé que estás en mi favor, sé qué Tú metes tu mano para que todo esté bien en mi vida, sé que, si algo no va bien, Tú me ayudas a superar las dificultades y los problemas porque me has dado capacidades y tus dones, tu fuerza y tu poder.
Confío en Ti y descanso con la seguridad de tu protección.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén…
¡En la Voluntad de Dios siempre!
JESÚS TOMA MI VOLUNTAD, Y DAME LA TUYA✍.
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